domingo, 9 de noviembre de 2014

La Filmoteca Canaria dedica un ciclo al cineasta ruso Marlen Khutsiyev

Filmoteca Canaria ha programado un nuevo ciclo de cine para noviembre y diciembre dedicado al director de cine ruso Marlen Khutsiyev (Марле́н Хуци́ев),  una figura poco conocida entre nosotros, eclipsada como muchas otras de la historia de cine ruso por la presencia preponderante de Tarkovski en nuestro ámbito cultural, pero muy importante en el desarrollo del cine soviético de la década de 1960. 

Marlen Khutsiyev
El ciclo se inauguró el jueves pasado con la proyección del que fue su primer largometraje, Primavera en la calle Zarechnoy (1956), una película que muestra los inicios de la época del deshielo, y que acabó convirtiéndose en uno de los grandes éxitos de taquilla del cine soviético de los años 50. Con esta son cinco las películas programadas, que se proyectarán en Espacio Cultural Aguere de San Cristóbal de la Laguna, todos los jueves a las 20:30, en versión original (ruso) con subtítulos en español. 

Hijo de una actriz y de un oficial comunista que murió en 1937 víctima de la Gran Purga de Stalin, Marlen Martynovich Khutsiyev nació en Georgia en 1925. Estudió dirección en el prestigioso VGIK, el Instituto Estatal de Cinematografía Soviético fundado en 1919, cuyos métodos de enseñanza fueron elaborados por los grandes maestros de la cinematografía rusa (Kuleshov, Eisenstein, Pudovkin, Romm, etc.). Una vez graduado, Khutsiyev trabajó como director en el estudio cinematográfico de Odessa, de 1952 a 1958, y en Mosfilm a partir de 1965.

Después de realizar Primavera en la calle Zarechnaya, Khutsiyev creó un personaje llamado Vasily Shukshin, un nuevo tipo de héroe popular, protagonista del film Dos Fyodores. Sin embargo, sus dos obras maestras de la década de 1960, Tengo veinte años y Lluvia de julio —programas para los días 13 y 20 de noviembre—, fueron criticadas por las autoridades soviéticas, que obligaron al cineasta a guardar un prolongado silencio creativo. Aunque su trayectoria como director y guionista continúa durante la época rusa y llega hasta la actualidad, es conocido fundamentalmente por sus películas de culto de los años 60.

Tengo veinte años (1964) que se proyectará el próximo jueves, se convirtió en el manifiesto cinematográfico de toda una generación, ya que consiguió retratar —según afirma Peter Rollberg en su Diccionario histórico del cine soviético y ruso— «la complejidad de la juventud de la época post-estalinista en busca de una orientación espiritual e intelectual». 

Lluvia de julio (1966), que también se configura como un retrato de la sociedad de su tiempo, va más allá en el análisis de la creciente sensación de alienación, de la desvinculación de las generaciones y en el atisbo de una posible desintegración de la sociedad soviética.

La programación se completa con las películas Era el mes de mayo (1970) y Epílogo (1983). La primera aborda el tema de la Gran Guerra Patria, que es el nombre que se acuñó en la Rusia soviética para designar la lucha contra los nazis durante la Segunda Guerra Mundial —tema implícito en los films primerizos del director ruso—, mientras que la segunda constituye un drama familiar cuyos protagonistas, un hombre mayor y su yerno, tienen una relación problemática debido a que sus valores vitales son diametralmente opuestos.

El cine de Khutsiyev se distingue por el fino análisis del espíritu de la sociedad soviética —sobre todo la de la década de 1960— a través de los diálogos y de la puesta en escena. Aunque tuvo problemas con la censura, nunca fue un disidente del régimen. Antes bien, algunas de las escenas de sus películas le revelan como un apasionado partidario del sistema comunista.

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